Los estereotipos de género son ideas, creencias y expectativas sociales sobre las conductas, comportamientos, sentimientos en razón del sexo que se nos empiezan a inculcar desde que nacemos. A través de dichos estereotipos se transmite y se reproduce un modelo de hombre y de mujer determinados, unas maneras concretas de comportarse.
A los niños, les gustan los coches.
A las niñas, las princesas.
Los niños pueden estudiar.
Las niñas hacen las tareas domésticas.
Los chicos son fuertes e independientes.
Las chicas son vulnerables.
Los hombres son seguros y agresivos.
Las mujeres son complacientes y emocionales.
Este es el mensaje que se ha ido reforzando por padres, compañero, profesores, medios de comunicación y los cuales estos últimos se convierten en protagonistas, ya que a través de muchas estrategias comerciales y publicitarias logran establecer modelos de conducta que la sociedad tratará de seguir a modo de pautas.
Los niños deben poder elegir según sus gustos y lo que prefieran, sin depender de roles ya preestablecidos por su género. Lo fundamental es no ajustarse a lo preconcebido, sino que la personalidad y gusto sea lo principal en un niño.
Para poder romper con estos estereotipos debemos reeducar a nuestra sociedad, algunas de las opciones que se deberían tener en cuenta son:
- Proporcionar talleres en escuelas tanto para alumnado, como para profesorado y progenitores
- Impartir charlas y conferencias sobre diversidad, igualdad, bullying de género
- Intervenciones en medios hablando sobre la temática en cuestión
